Salud mental y coronavirus. El impacto de la nueva normalidad en tus hijos.

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La pandemia del coronavirus ha afectado a la sociedad en diversos sectores, como medida para evitar la propagación se adoptó el distanciamiento social o la llamada sana distancia; algunas personas han regresado a sus labores cotidianas en la llamada “nueva normalidad”, pero nuestros niños y adolescentes continúan en casa.

Algunos permanecen solos varias horas del día, porque los papás tienen que ir a trabajar, otros son dejados en casa de los abuelitos o familiares y este cambio de dinámica ha favorecido que los niños y adolescentes dediquen más tiempo a ver la televisión, más horas de videojuegos, o uso excesivo de dispositivos electrónicos.

Las consecuencias de este distanciamiento social se ven claramente reflejadas en la organización familiar y también en la salud mental de los niños y adolescentes, entre las más frecuentes se puede mencionar el miedo, la angustia, el estrés, cambios en sus patrones de sueño y cambios en sus hábitos alimenticios. Ante este panorama es necesario poner especial atención y cuidado a la salud mental de nuestros niños, niñas y adolescentes.

La Salud mental incluye el bienestar emocional, psicológico y social; afecta la forma de pensar sentir y actuar; es importante en todas las etapas de la vida.

Los niños emocionalmente sanos alcanzan los indicadores de desarrollo y pueden desenvolverse en casa, escuela y sociedad; contrario a ello están las enfermedades mentales, que son afecciones graves que pueden afectar la manera de pensar, el humor y la capacidad de relacionarse con los demás.

Como padres y maestros es de vital importancia prestar atención a cualquier cambio de comportamiento o estado emocional de los niños o adolescentes.

Señales para considerar:

  • Cambios en sus hábitos alimenticios (disminución del apetito o comer más de lo habitual).
  • Cambios en sus patrones de sueño (horas prolongadas o dificultades para conciliar el sueño)
  • Querer pasar tiempo en soledad o no participar en actividades familiares que antes disfrutaba.
  • Manifestar poca energía o cansancio a pesar de haber dormido.
  • Tener dolores o molestias inexplicables.
  • Tener cambios de humor severos que causen problemas en las relaciones familiares o escolares.

Si detecta alguna de estas señales, es importante que como familia establezcan estrategias para promover el cuidado de la salud mental, como las siguientes:

  1. Establecer horarios de alimentación
  2. Establecer horarios de sueño
  3. Establecer horarios para el uso de dispositivos electrónicos.
  4. Propiciar espacios de dialogo donde se pueda hablar sobre las emociones.
  5. Hacer ejercicio
  6. Fomentar actividades familiares como; juegos de mesa, tarde de películas, etc.
  7. Tener un pasatiempo o actividad especifica como tocar algún instrumento o aprender un idioma.
  8. Asignar responsabilidades para el cuidado y limpieza de la casa a cada integrante de la familia.

Mantener un orden y estructura a pesar de estar en casa, contribuye al desarrollo de las habilidades socioemocionales, pero cuando detectamos cambios en la conducta de los niños es necesario acudir con un profesional de la salud, quien le orientara sobre la manera de intervenir. Tener salud mental es sinónimo de calidad de vida.

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